Por Juan Carlos Gutiérrez
Ciudad de México.- La pandemia de Covid-19 cobró nuevamente una vida en el mundo de la lucha libre mexicana al vencer en la 3a caída a Aníbal Jr. la madrugada de este sábado.
El narrador luchístico Arturo Rivera dio a conocer el deceso del heredero de “La Saeta Azul”, quien desde el 10 de enero pasado dio positivo al virus.
Luego, el día 12, comenzó a tener complicaciones de salud a causa de la presencia del coronavirus en su organismo.
“Me acaban de dar la noticia. Acaba de morir Aníbal Jr”, escribió también “Baby Richard” en su cuenta de Facebook.
A su vez, el “Rudo Rivera ” se unió al pésame a través de sus redes sociales, agregó el citado diario.
Aníbal Jr se caracterizó por ser un luchador polémico, pero también por tener un buen corazón.
POR HACER EL BIEN PUDO HABERSE CONTAGIADO
La última vez que salió públicamente fue para entregar juguetes a niños desfavorecidos del municipio de Cuautitlán en el Día de Reyes.
Incluso, publicó un vídeo en el que su automóvil estaba repleto de regalos para sus pequeños admiradores.
Su carrera comenzó en 1992, cuando fue invitado por Octagón a unirse a la compañía Triple A.
Empero, el luchador no estaba listo para portar el legendario nombre de su padre y prefirió hacerse llamar la “Saeta Azul”.
Ese, por cierto, era un mote que su padre, el maestro Aníbal, había recibido por años y que él supo honrar en el ring.
Luego de algunos años como luchador le llegó la oportunidad de sumarse a las filas de la empresa UWA.
Sin embargo, se tomó un respiro tras el fallecimiento de su padre y dejó la lucha libre por un breve lapso.
El también conocido como “príncipe de seda” tuvo una marca positiva en cuanto a luchas de apuestas se refiere.
Le quitó la cabellera a Zandokan y a Máscara Año 2000 Jr, mientras que se quedó con las tapas de Bestia Maligna, Último Vampiro II, Ángel de la noche, Ricky Cruz y Comandante Markus.
Además, Aníbal Jr. era maestro de lucha libre en su gimnasio, mismo que está ubicado en su amado Cuautitlán.