Pablo Cabañas Díaz.
Timothy Leary (1920-1996) un documental del ganador del Oscar, Errol Morris y un revelador libro invocan nuevamente la figura, mito y verdad del psicólogo de Harvard que popularizó el LSD. Calificado como enemigo de Estados Unidos por el presidente Richard Nixon, el ex profesor de Harvard llegó a estar en 36 cárceles en el mundo en los años 60 y 70 y ahora es recordado en estos tiempos de pandemia.
En enero de 1961, Leary afirmaba que “ciertas sustancias podían desarrollar, rechazar y ampliar los límites del pensamiento humano”. Leary había ensayado con los efectos de los hongos alucinógenos. Esta experiencia la tuvo en Cuernavaca en agosto de 1960. Se dirigió a su habitación e ingirió siete hongos. Durante las horas que siguieron realizó una incursión por su propia mente y encontró su meta. Fue una experiencia muy fuerte, se sentía muerto, revivía su vida y experimentaba numerosos acontecimientos olvidados. Según él, descifró la piedra Rosetta de la conciencia.
Una vez que regresó a Harvard, Leary comenzó un programa de investigación conocido como el Harvard Psilocybin Project. Su meta era analizar los efectos de el LSD en sujetos humanos, en este caso estudiantes de la Harvard School of Divinity. Psilocybin Proyect consistía en administrar LSD a diversos grupos de personas, sujetos sanos y normales. La mayoría de ellos relataron experiencias espirituales, de amor, éxtasis, de muerte y resurrección; y la gran mayoría de los sujetos deseó repetir. Leary argumentó que psicodélicos usados en dosis correctas y con la guía de profesionales en psicología podían alterar la conducta de maneras inauditas y beneficiosas. Las metas de la investigación de Leary incluían mejores formas de tratar el alcoholismo o reformar a los delincuentes. Muchos de los participantes de la investigación de Leary informaron de experiencias místicas y espirituales profundas que alteraron sus vidas de una manera muy positiva.
Se administró LSD a 300 profesores, estudiantes graduados, escritores y filósofos, y el 75 % de ellos lo reportaron como una de las experiencias más educacionales de sus vidas. Ellos también suministraron dosis de LSD a 200 sacerdotes y clérigos, y el 75 % de ellos dijeron que tuvieron la experiencia más religiosa de sus vidas. En el experimento Concord Prison, administraron psilocibina a prisioneros, y después de ser guiados por Leary y sus colegas, muchos prisioneros alegaron no volver a utilizar la violencia. En 1962, Timothy Leary y Richard Alpert crearon la Fundación Internacional por la Libertad Interior, en Cambridge. Sus colegas en Harvard empezaron a tener problemas con sus investigaciones debido a los rumores de que se estaban distribuyendo alucinógenos a los estudiantes. La universidad acabó alarmándose y Leary fue despedido en 1963.
Este y muchos otros detalles de la vida del psicólogo clínico y ex profesor de la Universidad de Harvard Timothy Leary, dan vida al libro The most dangerous man in America: Timothy Leary, Richard Nixon, and the hunt for the fugitive king of LSD, de los investigadores estadounidenses Bill Minutaglio y Steven L. Davis. Su título deriva de la expresión utilizada por el propio presidente Richard Nixon para referirse al hombre que estuvo en la mira y la búsqueda del FBI y la CIA.
El libro de Minutaglio y Davis, que acaba de publicarse y puede adquirirse por Amazon Kindle, es una primera piedra en el sendero que conduce a una revitalización de la figura de la contracultura. Además, el nuevo documental de Errol Morris (Niebla de guerra), que aborda la vida de Leary desde el prisma de su expareja Joanna Harcourt-Smith. Leary conoció a Joanna y se casaron dos semanas después. Viajaron a Viena, Beirut y después a Kabul, en 1973. Este país no tenía un tratado de extradición con Estados Unidos, pero esa política no se aplicaba para las aerolíneas americanas. Leary fue arrestado por agentes de la DEA antes de que pudiera bajar del avión. Teniendo que hacer primero una escala en el Reino Unido, Leary pidió asilo político, pero no tuvo efecto. Su fianza se sostuvo en cinco millones de dólares, la más alta en ese punto de la historia de Estados Unidos. Los jueces alegaron que “si se le permitía estar libre, iba a hacer publicidad a sus ideas”, condenándolo a noventa y cinco años en prisión. Fue puesto en una celda solitaria en Folsom Prison, California, donde estuvo en la celda vecina de Charles Manson. Fue puesto en libertad en 1976. Falleció veintiún años después viviendo en paz con su quinta mujer. Sin duda, Thimothy Leary fue todo un personaje del pasado siglo XX.
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