Y al pasar con esa libertad y confianza logró lo que se supone ya no sucedía en esa época: que todos los sencillos de este disco fueran un verdadero hit, uno tras otro. Katy Perry les manejo a todas las artistas pop lo que viene siendo el Teenage Dream.
Con ese efecto y empuje, Katy se encumbró por completo y al tiempo lanzó una edición especial, con canciones que no entraron inicialmente y algunos remixes. El resultado: la mantuvo en boca (y oidos) de todos.
En cuanto a las colaboraciones, son maravillosas: Kenny G, Snoop Dogg, Kanye West y una larga listab de productores, creadores de verdaderos éxitos.
Los seis sencillos de este disco (California Gurls, Teenage Dream, Firework, E.T., Last Friday Night (T.G.I.F.) y The One That Got Away) se colocaron en los primeros cinco lugares de la lista Hot 200, (la más importante de Billboard, revista dedicada a la industria de la música), y de los seis, los primeros cinco fueron número 1.
Pero no solo esas canciones valen la pena en este disco. Si bien todo es un diamante bien tallado, hay piezas como Peacock, Wide Awake, Pearl, Dressin’ Up, Part Of Me y Not Like The Movies que también destacan con luz propia.