Francisco Gómez Maza
Así como va, no podrá con Morena
Desunida, sin proyecto, sin “ganas”
Si los opositores aseguran que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo menos que está haciendo, desde palacio, es no hacer lo que tiene que hacer y hacer mal lo que hace, a ellos les está yendo peor.
Andan como perritos, hambrientos, friolentos, desesperados, perdidos en los viaductos que empezó a construir el tabasqueño cuando fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal.
El PAN, el PRI, el PRD, por no mencionar al MC, que siempre ha ido por donde lo empuja el viento, llegaron a las elecciones de 2018 con las bolsas vacías, sin simpatizantes, sin votantes porque fueron la punta de lanza de la corrupción del régimen de gobierno pripanista, que no defendía una democracia, sino una vergonzante cleptocracia. Y detrás de estos, empujándolos, venían los representantes del gran capital y de la aristocracia intelectual al estilo de los intelectuales porfiristas, que ahora se muestra penosamente confrontada, sin rumbo ni destino; sin brújula, además, que lo rescate del laberinto de la locura antipejista.
Los tres alegres compadres, les digo yo. Beneficiarios de los moches de Peña por formar parte del Pacto por México ahora se hay confabulado, que no unido, para parar a Morena en las elecciones del próximo junio, pero no estoy seguro de que lo logren con sólo los votos de los amargados, de los que un día sí y otro también vomitan bilis contra “ya saben quién”.
En el Senado, el bloque de contención comenzó a hacer agua. Ya no logran acuerdos entre ellos. Ya se reclaman actitudes y acciones. Y es que el dinero, los moches, dividen. Nunca se ponen de acuerdo. Siempre se impone la avaricia. Lo que queda del PAN, del PRI y del PRD reclama al MC que no haya aceptado la asociación para sacar a patadas a Morena de la Cámara de Diputados en las elecciones de junio del año venidero. Ya dentro de escasos seis meses. Esperemos ya estar todos vacunados contra el Covid-19. Es lamentable que haya gente decente que todavía los defienda con tal de lanzar sus baterías mojadas en contra de López Obrador.
Al interior del PAN comienza a golpearse. La punta del iceberg del conflicto ha aparecido en Chihuahua, en donde el señor Javier Corral Jurado, a la sazón gobernador estatal, a quien daba yo por un verdadero demócrata desde que, hace muchos años, entrevisté, en un restaurante de la Ciudad de México, está haciendo agua al interior del partido albiceleste, con tal de imponer la candidatura de Gustavo Madero Muñoz. Es comprensible que trate de desprestigiar a Morena. No sería panista, entonces. Pero que vaya en contra de sus correligionarios, como la alcaldesa de Chihuahua, Maru Campos, acusándola de recibir moches de la “nómina secreta” de Duarte, no tiene nombre. La acusada solicitó un amparo que, curiosamente, le concedió el juez.
Ahora, volviendo a los amos y señores de la economía nacional, que no está tan quebrada como dicen los economistas hechizos al calor del odio político, este miércoles se vieron resquebrajados. Por un lado, Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, la cúpula de cúpulas del empresariado mexicano y otras organizaciones empresariales firmaron, con el Gobierno Federal, la mañana de este miércoles 9 de diciembre, el acuerdo para que la discusión en las cámaras legislativas de la iniciativa para regular la subcontratación laboral, conocida como ‘outsourcing’, se realice hasta febrero de 2021, cuando inicie el último periodo ordinario de sesiones de la LXIV legislatura.
El acuerdo firmado contiene las siguientes cláusulas:
-Las partes se comprometen a resolver el abuso de la subcontratación, por lo que las empresas iniciarán el proceso para modificar sus plantillas.
-El esquema de utilidades necesita más tiempo para que se discuta en pro de un reparto más justo, equitativo, y que termine con la discrecionalidad de cómo se realiza su distribución.
-La iniciativa tendrá carácter de preferente, por lo que será en 30 días cuando los diputados deban discutirla para aprobarla o rechazarla.
-Se llamó a las empresas que sólo se dedican a manejar nómina a evitar dar de baja a sus empleados en diciembre. El IMSS, Infonavit y SAT realizarán un llamado, pero de encontrar irregularidades, o la posible comisión de delitos, se tomarán medidas.
Pues este acuerdo no le gustó a Gustavo de Hoyos, acérrimo enemigo del presidente López Obrador, quien arrastró al Consejo Nacional Agrario y a la Cámara de la Industria de Transformación a rechazarlo.
Apenas se había firmado entre el gobierno federal, centrales obreras y representaciones patronales del Consejo Coodinador Empresarial, al que también pertenece la Coparmex y sus dos aliados, el acuerdo, cuando De hoyos declaró su desacuerdo con la firma, pretextando que la iniciativa del Ejecutivo Federal “…pretende coartar la libertad de la subcontratación (y) atenta contra la creación y preservación de empleos formales, que dan sustento a familias mexicanas… La aprobación de la iniciativa presidencial, “en estos términos, dañaría además seriamente a la competitividad del país y llevaría al cierre de miles de micro, pequeñas y medianas empresas.
En fin. El presidente, el partido Morena y sus aliados tienen ante sí, hasta este momento, una caricatura de oposición, más escandalosa que efectiva, y menos eficaz. Desde su orgullo herido en julio de 2018 cuando materialmente fue barrida del mapa electoral, reacciona. Nadie sabe qué hacer. Y ya estamos en proceso electoral. Las elecciones están a 5 meses. Menos palabrería, amigos de la oposición, y más eficiencia y eficacia. Los van a coger con los dedos en el gozne de la entrada. Y ¡cómo duele!
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