Sergio Gómez Montero*
Pero el hombre es un niño laborioso y estúpidouna mañana prodigiosa abre de par en par las ventanas
el último árbol de la noche ha dejado una huella
sobre la piel de tu frente
Pellegrini: “La fiesta de las arañas”
Es cierto, el país y el mundo viven tiempos de agitación y desconcierto. El primero, relativamente sorprendido, se entera del general Cienfuegos detenido en Estados Unidos, acusado de delitos del crimen organizado: narcotráfico y lavado de dinero, haciéndose así patente aquello que, a nivel de ficción, ya se sabía: desde la postRevolución los militares se encargaron de esos negocios, representando al Estado, en el país. En el mundo, sorprende la contundente victoria de Luis Arce en Bolivia, que conmueve de nuevo no sólo las estructuras de ese país, sino de toda la región: Bolivia se reincorpora a los países que viven la transición junto a nosotros.
Pero acá, entre nosotros, el país comienza a resentir la inexistencia de un verdadero partido que apoye políticamente las tareas de transición que se están llevando a cabo en estas épocas amargas de sindemia y agudos ajustes económicos que a nadie nos tienen tranquilos y que, sin duda, están provocando severos ajustes en la percepción ciudadana respecto al futuro político inmediato de la Nación. Si bien AMLO sigue vigente y dominando el panorama, sus acciones, como lo acaban de demostrar Coahuila e Hidalgo, no terminan de convencer a gran parte de la población, que parece caminar desamparada en esta agitada época por la que atraviesa la Nación, sin que nadie la acompañe para hacerle ver que la transición no es un lecho de rosas, sino sólo un petate en el cual, una dura noche de invierno, hay que reposar el esquelo (sí, como en una caricatura de Posada).
Hasta hoy, mínimo veinte razones diferentes me ha tocado leer referentes a porqué en esos estados el resucitado PRI arrasó en las votaciones que allí recién se acaban de llevar a cabo y borró así, de un plumazo, todo lo que hasta hoy ha realizado la 4T (o sea AMLO) en estos dos años de transición. Entre ellas, claro, se incluye esa existencia caótica de Morena que, hasta hoy, no ata ni desata ni contribuye tampoco para nada para apoyar, políticamente el quehacer de la 4T, la que navega, así, sin control, por los mares procelosos que hoy predominan en el país (sindemia, complotismo, problemas económicos, fideicomisos, consultas populares –la reciente de Ensenada– que son una verdadera burla). Por eso, a veces, parece que el bote está a punto de naufragar.
¿Qué hacer entonces para llegar a buen puerto en el 2021? ¿Será suficiente con el accionar de AMLO o es ya de urgencia que Morena se ponga las pilas y, más allá de AMLO, comience a actuar políticamente para fortalecer la transición del país, si no se quiere que a partir del año mencionado comience a peligrar esa transición tan necesaria al país, para darle vuelta así a la triste historia que sobre todo los años últimos nos ha tocado vivir?
Es, en realidad, mucho lo que está en juego.
*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx
que ha hecho del juego una sudorosa jornada. Pero el hombre es un niño laborioso y estúpido
que ha hecho del juego una sudorosa jornada.
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