Francisco Gómez Maza
China, la única que puede ser optimista; ha controlado crisis sanitaria y económica
En 2021 la pobreza podría superar en 150 millones de veces muertes por pandemia
Por lo visto, ninguna potencia mundial puede darse el lujo de ser tan optimista como la República Popular China. Es la única que ha sabido manejar la pandemia de coronavirus, estallada en Wuham a finales de 2019, y advertirle al mundo que cualquiera es capaz de superar la crisis sanitaria y la recesión económica si se toman en serio los protocolos de salud y de disciplina financiera.
Los datos duros lo demuestran. El comportamiento de las variables de china, impulsado tanto por una economía social de mercado como por una planificación centralizada, mostrado mejores resultados, tanto en la lucha contra el COVID-19 como en el comportamiento productivo: La economía de esta superpotencia creció un 4.9% en el tercer trimestre de este 2020.
Pero independientemente del comportamiento chino en materia sanitaria y económica, ninguna otra potencia puede hacer alarde de congruencia en el manejo de las políticas sanitarias y económica.
El México pobre
El resto de las grandes economías ha sido un desastre; han arrastrado a las economías periféricas, como la mexicana, uncida por necesidad histórica a la vapuleada economía estadounidense.
La pobreza se ha multiplicado en el continente americano, y particularmente en México validando el dicho de que cuando a Estados Unidos le da un catarrito, México sufre de neumonía, aunque ahora no ha sido un catarrito sino una crisis pulmonar de tamaño estratosférico, la enfermedad padecida por el imperio.
La medición de la pobreza, que se ha realizado desde 2008, ha dado resultados poco esperanzadores para los mexicanos.
En ese año, el 44.4% de la población mexicana estaba en situación de pobreza (49.5 millones de personas).
Para 2018, último año del que se dispone de datos, ese porcentaje era 41.9% (equivalente a 52.4 millones de personas).
La pobreza extrema ha tenido un comportamiento ligeramente distinto: 11% de la población sufría pobreza extrema en 2008 (12.3 millones de personas), mientras que diez años después la cifra era de 7.4% (9.3 millones de personas). Y para el futuro inmediato, las cifras pueden dispararse por causa del desempleo y la pérdida del poder de compra de los mexicanos.
La pobreza absoluta
Los expertos del Banco Mundial pronostican que, en 2020, la pobreza extrema, en el mundo, podría aumentar por primera vez en más de 20 años. La expansión de la pandemia, junto con los conflictos armados y el cambio climático, son los principales factores que amenazan con conducir a este desenlace.
La población mundial que vive en la pobreza absoluta —con menos de 1.9 dólares al día— ha disminuido considerablemente en las últimas décadas: de más del 35% en 1990 al 8.4% en el 2019, pero la expansión de la pandemia amenaza con afectar esta positiva dinámica, conduciendo a que, entre 88 y 115 millones de personas más, se verían empujadas a la pobreza extrema en el 2020. El número total de pobres en el mundo rondaría entre las 703 y 729 millones de personas, estima el Banco Mundial.
En el peor de los casos, en 2021 la tasa de la pobreza podría superar en 150 millones de veces al número de muertes causadas por la pandemia. Esta tasa tan grande puede equipararse con las bajas causadas por cualquiera de las guerras mundiales, como lo destaca el periodista ruso, Dmitri Kosirev.
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