CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras las personas estén enamoradas las respuestas inmunológicas de sus cuerpos serán mejores y más eficientes, ya que biológicamente el amor es un fenómeno integral en el que todo el organismo participa, por lo que si en estos momentos una persona en la primera fase del amor se contagiara de un virus sus probabilidades de resistir son mayores, aseguró el académico de la Facultad de Química (FQ), Ignacio Camacho Arroyo.
Durante una videoconferencia llamada “Los ingredientes bioquímicos del amor”, el experto Camacho Arroyo comentó que existen dos tipos de amores fundamentales para la supervivencia de las especies, el de pareja y el filial, aunque estar enamorado –específicamente- modifica la actividad del sistema inmune.
Explicó que el amor consta de tres fases: el enamoramiento; el amor pasional o de consolidación; y el amor de compañía. En cuanto a la primera, se da una modificación cerebral selectiva, es decir, diversas regiones se activan y desactivan, lo que provoca que aumente la confianza, seguridad, pero también la realidad se perciba de manera distinta a como es.
Además, estar enamorado también implica cambios a nivel hormonal; mientras los niveles de testosterona aumentan en las mujeres, en el hombre disminuyen y así los niveles de cortisol incrementan.
“Estos cambios en los niveles hormonales, al igual que los que ocurren en el cerebro, son temporales y varían de pareja a pareja, dependiendo de cómo se den los primeros meses de relación. Muchos autores dicen que en los primeros tres o cuatro meses ya se empiezan a reestablecer algunos de los niveles previos al enamoramiento”, puntualizó.
El especialista destacó que en este proceso se liberan mensajeros químicos que participan en las distintas manifestaciones del amor y conductas, incluyendo las sexuales. Participan, también como neurotransmisores, la dopamina, serotonina y péptidos como oxitocina y vasopresina. Todos ellos influyentes en nuestra forma de pensar, sentir y actuar durante esta fase de enamoramiento