Pablo Cabañas Díaz.
Adolfo López Mateos (1958-1964)cambió las directrices de la política exterior mexicana en el siglo XX, dejó la postura aislacionista seguida por sus antecesores, y en su lugar estableció una política exterior activa y buscó fomentar la cooperación con América Latina y otras regiones. López Mateos aumentó el número de embajadas, incluso inició relaciones diplomáticas con los países africanos que se acababan de independizar. A la par, hubo un intento de acercamiento con el movimiento de Países no Alineados. Por vez primera un presidente mexicano haría giras internacionales fuera del continente americano.
Por lo que respecta a Guatemala, López Mateos enfrentó un problema que no habían tenido otros presidentes mexicanos con su vecino del sur. El 27 de diciembre de 1958, la Fuerza Aérea de Guatemala atacó a cinco embarcaciones pesqueras mexicanas ancladas de manera ilegal en los mares guatemaltecos. La agresión dejó un saldo de tres muertos, dieciséis heridos, así como el hundimiento de dos embarcaciones. ¿Por qué Guatemala atacó a las embarcaciones mexicanas? No hay una respuesta que cuente de manera detallada este suceso. De hecho, aún hoy existen más dudas que certezas, sobre lo que pasó ese 27 de diciembre. Hay quienes sostienen que el ataque fue provocado por el fuerte sentimiento anti-mexicano de los militares guatemaltecos, quienes no pudieron contenerse al ver las embarcaciones de atacarlas. Los diplomáticos mexicanos de la época sostenían que el ataque se les salió de control a los militares guatemaltecos. Si la intención era intimidar a México, hubiera sido suficiente con detener a las embarcaciones y ponerlos a disposición de las autoridades. Hubiera tenido el gobierno de Guatemala más fuerza- a lo hora de negociar-, con el presidente de México.
Ahora, sabemos que el error estuvo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). De acuerdo con documentos consultados en archivos mexicanos, dos días antes de la agresión ̶ el canciller guatemalteco Jesús Unda Murillo informó a la cancillería mexicana que se iba a atacar con artillería pesada a cualquier barco extranjero ilegal anclado en las costas guatemaltecas.
La SRE no les dio credibilidad a las amenazas de Guatemala ni hizo nada para persuadir a los barcos pesqueros mexicanos para que dejaran de pescar en esa zona. López Mateos no sabía de la existencia de esa comunicación por lo que la Cancillería buscó una salida al problema, pero ocultando la comunicación del canciller guatemalteco. Después de múltiples reuniones se analizaron diversas opciones y se llegó a la conclusión de que solo había cuatro salidas: 1)pedir la intermediación de las Naciones Unidas; 2)evocar el uso del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR); 3)pedir la intermediación de un país neutral; y 4)solicitar la intervención de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Dentro de estas opciones, la segunda tomó fuerza en un inicio. La SRE analizó los siete casos en los cuales se habían evocado el uso del TIAR, pero había varios problemas. En esos años, Guatemala no había ratificado todavía el Tratado.
Al final, López Mateos decidiría elegir la cuarta opción. Es decir, solicitar la intervención de la Corte Internacional de Justicia. Es interesante, pero la Cancillería no había considerado nunca la opción de la guerra. No hay documentos para sostenerlo, pero se puede suponer que las autoridades mexicanas no habían considerado necesario recurrir a una medida tan radical. Había entonces una “relación especial”. De este modo, México conminó a Guatemala una disculpa oficial y pagar una indemnización a las víctimas, pero al no obtener una respuesta favorable, el 23 de enero de 1959, nuestro gobierno rompió relaciones, designando a Brasil como el representante de los intereses mexicanos en Guatemala.
El 15 de septiembre de 1959, gracias a la intermediación de Chile y Brasil, se negociaría la normalización de las relaciones. Guatemala aceptó pagar las indemnizaciones a las víctimas y en el caso de haber un nuevo conflicto accedería la mediación de la Corte Internacional de Justicia . De esta suerte, el 2 de octubre de 1959 ambos países normalizaron relaciones.
Para acabar con esta situación de tensión entre ambos países , el 23 de julio de 1961, en el Puente Internacional Talismán, Adolfo López Mateos se entrevistó con el presidente de Guatemala Miguel Ydígoras. Las razones de ese encuentro son muy difusas. De hecho, la SRE mantuvo en secreto las negociaciones y la prensa solamente pudo enterarse de su existencia días antes de la reunión. El contenido de la plática entre ambos jefes de Estado fue muy escueto. El encuentro duró 30 minutos y López Mateos simplemente señaló el deseo de establecer una relación de amistad. Ahora se sabe que el presidente mexicano se comprometió a evitar que la guerrilla guatemalteca escondida en México iniciara una invasión a Guatemala. El 30 de marzo de 1963, el Secretario de Defensa de Guatemala, Alfredo Enrique Peralta Arzudia da un golpe de Estado. Las diferencias siguieron entre México y Guatemala, pero no a ese nivel en el sexenio de López Mateos.
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