Luis Alberto García / Vladivostok, Rusia
* “Una temperatura de -30 grados no es realmente fría”.
* El clima del Norte es menos agresivo que el del Sur.
* Las extrañas condiciones de vida en Norilsk y Krasnoyarsk.
* No es cosa de elegancia: todos usan abrigos y gorras de piel.
* De zorro, reno y foca, las prendas más útiles y lucidoras.
* Oimiakón tiene la marca mundial (-70) de la más baja temperatura.
Denis Kozhévnikov, periodista de la agencia TASS, cuenta sonriente: “Quienes inventaron las matrioshkas –graciosas muñecas de madera de todos tamaños de las que sale una tras otra al abrirlas- se inspiraron en la ropa que llevan en el invierno los habitantes de Siberia, de las regiones polares y del Lejano Oriente ruso”.
En estas latitudes, cuando hay -30 grados centígrados no hay una temperatura realmente fría. y dicen los habitantes de esas zonas gélidas que, cuando hace frío de verdad, no importa cuántas capas de ropa lleves porque no pueden hacer nada.
Khristo Kobeliov es profesor de matemáticas y llegó a Norilsk desde Krasnoyarsk, que también está en Siberia; pero mil 500 kilómetros al Sur, y asegura que en el Norte el frío es más cómodo porque no hay tanta humedad, aunque en invierno la temperatura habitual es de -35 grados centígrados.
“A -40 grados –añade- en Norilsk se hiela solamente lo que está al aire libre: la cara, las manos -en caso de no llevar guantes, y las piernas si se está mucho tiempo de pie-, y si no hace mucho viento el frío casi ni se nota”.
Mientras que en Krasnoyarsk, cuando hacen -10 grados se hielan hasta los huesos; pero cuando en la zona industrial de Norilsk hay -40 grados y sopla viento de 20 a 25 metros por segundo, uno necesita vestirse sin dejar ni una parte del cuerpo al aire libre.
“No es asunto de elegancia; pero aquí todos usamos abrigos de piel o de paño que llegan hasta el suelo. El mío es grueso, relleno de plumas de ganso, acolchado con lana y debajo llevo ropa interior térmica o saco de lana”, dice Verushka Rodinova, cronista de Krasnoyarsk.
Y como me gustan los vestidos se pone mallas térmicas encima de las medias; pero eso sí, los guantes son imprescindibles: “Los míos están hechos de pelusa de visón y bien tejidas, los zapatos son botas de suela gruesa y forro naturales de cuero, gamuza o piel”, refiere.
Kozhévnikov recomienda usar mallas térmicas en invierno, aunque según los gustos de Norilsk no hay como “llevar una ropa particularmente caliente”, y se ve gente a la moda que usa zapatos tenis en invierno, se sube los pantalones y no se cubre la cabeza a -35 grados, aunque sus orejas suelen volverse azules por el frío.
También en la lejana Yakutia los abrigos de piel no son objetos de lujo, sino medios de protección debido a que es la región más fría de Rusia: “Ahí se encuentra la ciudad que tiene la marca mundial de más baja temperatura, Oimiakón, donde se han registrado -70 grados, mientras en Verjoyansk, la capital yakuta, se tienen entre -40 y -45 de promedio invernal.
“Si en otras ciudades el abrigo de piel es un objeto de lujo, en nuestra región es una necesidad”, -explica Masha Sajhárova, presentadora de televisión-, aunque últimamente se han empezado a hacer abrigos que abrigan mucho más.
Están a la venta los de almacenes Bask, marca de ropa cuyos abrigos de plumas de ganso -que cuestan hasta 500 dólares- se han hecho populares, porque son más baratos que los de piel, además de que incluyen gorros de piel de zorro y botas de piel de reno.
“Al contrario que en el pasado, actualmente hay gran variedad de modelos y las mujeres de Yakutia aprovechan al máximo las opciones disponibles, en tanto los hombres usan mukluks, botas suaves tradicionalmente confeccionadas con piel de reno o de foca.
“Para no desentonar con el pasado más remoto, que enorgullece a buena parte de los pobladores de estas tierras, las mukluks fueron usadas originalmente por los aborígenes de la zona ártica, solamente que sus modelos suelen ser más sobrios”, precisa Masha.
Además de cubrirse la cabeza, muchos lugareños también se cubren la cara, de lo contrario terminarán con el maquillaje de Yakutia, consistente en quedarse con las pestañas heladas: “Todo lo que se necesita es pasar unos diez minutos a la intemperie”.
Además de abrigo y botas de piel forradas, es absolutamente necesario llevar varias capas de ropa debajo y parecer matruska, como calzones largos de lana y calentadores de piernas porque las rodillas son las que más se congelan.
Asimismo se usan pantalones acolchados aunque es difícil lucir bien con ellos, salvo que se quiera uno ver como robot inflado, lo malo es que las modas invernales no son nada baratas; pero es la única manera de mantenerse caliente en la heladísima Yakutia”, concluye la rubia Sajhárova.
Pevek, en Chukotka, es oficialmente la ciudad más norteña de Rusia, en done los largos y fríos inviernos vienen acompañados de los vientos más fuertes del planeta, el yuzhak, así que los lugareños se aseguran de cubrirse la cara para protegerse
“En tiempo frío siempre llevamos una bufanda y una redecilla, de lo contrario la cara se congelaría”, dice Evguenia Blank, quien se mudó a Pevek desde Vladivostok, la ciudad portuaria en la que empieza o termina el Ferrocarril Transiberiano: “Nos cubrimos la cara hasta los ojos”, añade.
Sin embargo, a pesar del fuerte viento y de las heladas, las jóvenes quieren verse bien y se maquillan: “Por supuesto –señala Evguenia- todo se congela y si se humedecen los ojos, y entonces es un desastre completo; pero lo único que tienes que hacer es arreglar el maquillaje y una vez más quedar más que bien”.
Las botas de diseño no sirven en Chukotka en invierno, pues únicamente con las de fieltro se puede hacer frente a cualquier helada, continúa Evguenia: “Tengo botas de fieltro altas, blancas y con bordados, están de moda y son hermosas; pero lo más importante, son muy adecuadas para el Norte”.
La ropa preferida de los habitantes de Chukotka está hecha de materiales naturales: sudaderas de algodón de cuello alto, de lana, gorros y abrigos de piel original con capucha preferiblemente, pues de no ser así se corre el riesgo de acabar con hipotermia; es decir, congelado.
“Eso cuando hay heladas severas y si la temperatura es sólo de -30 grados, se puede usar un traje de esquí. En cuanto a los niños escolares, les da igual: suelen ir sin gorro y con los tobillos desnudos”, remata Evguenia, antes de que se le pregunte cómo es posible vivir así en Siberia y en los lugares más fríos de Rusia, con temperaturas medias de -45 grados en invierno.
Sencilla, coqueta, responde: “Fácil, se necesita haber nacido aquí”.
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