Roberto Fuentes Vivar
La discriminación a los sordos… sigue
Guarijios, INAI, Ahorro, Empleo, GM
Ahora que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se ha convertido en tendencia y forma parte de la agenda política, por su posible desaparición, me atrevo a exponer a continuación mi experiencia con ese organismo. Trataré de ser lo más imparcial posible para que el lector asuma su propia opinión acerca de si realmente debe continuar con sus funciones actuales.
A finales de 2014 y principios de 2015 la mayor parte de las televisoras (de canales de paga y abiertas, incluso hasta Canal 11 y Canal 22) comenzaron a desaparecer los subtítulos. Personalmente consideré que al eliminarlos se estaba incurriendo en un acto discriminatorio a las personas (como yo) con debilidad auditiva.
(Resumo: para quienes tenemos una debilidad auditiva -no precisamente sordera total- ver la televisión sin subtítulos significa: poner cara de imbécil como si entendiéramos los diálogos y la voz en off, cuando sólo escuchamos murmullos incoherentes; si subimos el volumen afectamos a las personas de alrededor y hasta a los vecinos; el no escuchar equivale a ser excluido de las posibles pláticas sobre un programa o una serie; es como vivir en un mundo aparte en el cual las palabras no existen, solo las imágenes; ver una pantalla en la que los actores mueven la boca -sobre todo cuando los programas y películas son doblados- y parecen hablarles a todos menos a uno, por lo que ese uno se convierte en el tonto de la casa.)
Por esa razón dediqué varias columnas a ese tema, buscando argumentos en los escasos datos que existen en México sobre la sordera. Posteriormente envié una petición en change.org para que fuera atendida precisamente por el Conapred y por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel).
En change.org adjunté información de organismos internacionales (repito que en México no hay estadísticas confiables sobre la realidad del problema de la sordera, sus clasificaciones y sus efectos) como Hear the World, que calcula que 60 por ciento de la población mundial padece problemas auditivos; 30 por ciento tiene pérdida auditiva moderada y cinco por ciento sufre pérdida profunda.
La petición fue respaldada por alrededor de 25 mil personas, además de que varios medios dedicaron espacio a este tema, como La Jornada, Reforma, Proceso, Excélsior, SinEmbargo y Almomento, entre otros.
Por todos esos motivos (perdón si ya no recuerdo exactamente cuál fue el orden cronológico), fue que llevé un escrito a Conapred, presentando mi queja y aprovechando que estaba cerca de mi casa. Esto fue el 26 de agosto de 2015, de acuerdo con el expediente del propio organismo.
El 31 de agosto, Conapred acordó calificar la queja como un presunto acto de discriminación en el expediente CONAPRED/DGAQR/1033/15/DQ/I/
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes respondió que la solicitud “no recae en el ámbito de su competencia” y el Ifetel señaló que estaba en proceso de emitir los Lineamientos Generales sobre los Derechos de las Audiencias y que su marco regulatorio incluía algunos aspectos relacionados con el asunto en cuestión.
Sordos, los más discriminados
En varias ocasiones me reuní con la jefa del departamento de Quejas “D”, de la Comisión, Nancy Ibeth Morales Contreras, a quien expuse la discriminación que sufrimos los débiles auditivos, no sólo por las televisoras, sino en la vida diaria. Es más, hasta la expliqué que somos discriminados en las estadísticas, pues no existen investigaciones a fondo sobre la realidad de la población sorda en nuestro país.
Posteriormente hubo varias cartas de ambos lados (Conapred e Ifetel) hasta que Nancy Ibeth me preguntó si estaba de acuerdo en que hubiera una junta conciliatoria con directivos del Instituto. Acepté y la reunión se realizó el 19 de agosto de 2016, es decir casi un año después de haber presentado la queja por escrito.
En la reunión estuvimos un representante del Conapred; por parte del Ifetel: Adolfo Lombardo Badillo, director general de Defensa Jurídica, María del Pilar Vázquez, directora de Amparos “1” y Alonso Karim González Ramos, director de Política en Medios de Contenidos Audiovisuales. Y desde luego un servidor.
Ahí se acordó lo siguiente:
“a) Las autoridades (el Ifetel) propondrán ante la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales una investigación de consecuencias y repercusiones que generan los medios sin accesibilidad a las personas con discapacidad.
“b) Las autoridades informarán ante este Consejo y al peticionario (alias yo) los canales que cuentan con accesibilidad.
“c) Las autoridades presentarán ante este Consejo, dentro de los diez días hábiles siguientes, un listado de las televisoras restringidas (paga) más importantes, así como, la organización que reúne a los programadores que transmiten la programación restringida”.
Tras esa reunión (y para no entrar en muchos detalles sintetizo) el Ifetel me envió (a través de Conapred) una lista de 10 programas que contaban con accesibilidad (ocho de medios públicos y dos de Televisión Azteca) y le hizo llegar a la Comisión una lista de los canales y programadores. Desde luego ninguno de esos programas me interesaba.
El Conapred envió una comunicación a esos canales y programadores solicitándoles que pusieran subtítulos o una tecnología que permitiera evitar la posible discriminación a la población con problemas auditivos (incluso mencionó el lenguaje de señas mexicano, del cual me considero, nuevamente discriminado). Obvio decir que respondieron (casi como si fuera un machote) que su operación era conforme a la ley y que atenderían el caso. En la realidad hicieron nada. Es decir que se pasaron los oficios por el conocido Arco del Triunfo.
El 28 de noviembre de 2016, el director de Quejas de la Conapred (a quien ni siquiera conocí) firmó el oficio 7588 dirigido a mí, en el cual se daba por concluido el caso y se explicaba que por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no hubo acto de discriminación en agravio del peticionario (alias yo) y que el Ifetel cumplió con los compromisos acordados en la junta conciliatoria.
El 16 de agosto de 2017 recibí el acta circunstanciada firmada por Nancy Ibeth, en la cual “el peticionario (yo) manifestó darse por satisfecho y señaló que en caso de duda se comunicaría con la suscrita” jefa del departamento de quejas “D”.
¿Qué pasó en el ínterin?
Desde luego que ya no volví a insistir en mi queja ante el Conapred. Por hartazgo, a pesar de que mi escritorio estaba lleno de oficios de un lado y de otros. Cada vez que intentaba ver la televisión (de paga o abierta) me entraba una sensación de hastío que definitivamente me llevó a tener la pantalla como un objeto decorativo, al menos para mí, no para mi familia.
Pero en el ínterin sucedieron varias cosas relacionadas con los subtítulos y en las cuales no tuvieron nada que ver los oficios del Consejo.
En primer lugar, y por orden cronológico, menciono que uno de los principales canales de televisión restringida, Warner, dio marcha atrás a la eliminación de los subtítulos, pero no por intervención de la autoridad, sino por la presión social producida por el movimiento “Ya no somos Warner” (al cual me adherí, como a muchos otros movimientos afines en países latinoamericanos, con los que trabajamos unidos, como “Juntos por los Subtítulos”, de Argentina, que sigue su lucha) que logró reunir 60 mil seguidores.
En segundo (y también sin intervención del Conapred), entró en vigor la ley que obliga a las televisoras (a los canales abiertos, pero no a los de paga) incluir parte de su programación subtitulada. Desde luego la tecnología que adquirieron pareció una burla, porque para cumplir con la ley, creo que de manera burda, pusieron subtítulos que son ilegibles para la mayoría de los mexicanos.
En tercero, Netflix abordó el mercado restringido y su tecnología (la cual creo que pudieron adoptar en su momento las televisoras de paga) permite al usuario ver con subtítulos incluso la programación hablada en español, por lo que elimina la discriminación hacia los débiles auditivos.
Gracias a la entrada de Netflix dejé de ver la televisión restringida (y también la abierta, por salud mental), pero creo que los programadores siguen sin entender que la programación sin subtítulos es discriminatoria para los sordos (sea cual nuestro nivel de discapacidad). Paralelamente sigue sin realizarse un verdadero estudio sobre los sordos y la discriminación que padecemos, incluso sobre el número de enfermos (sí se puede considerar una enfermedad) que hay en el país.
Desgraciadamente, a pesar de que han pasado muchos meses de que cancelé mi suscripción a la televisión restringida (concretamente Dish) me siguen llegando estados de cuenta que desde luego no voy a pagar por su política totalmente discriminatoria hacia los sordos… y hacia los clientes.
Hasta aquí mi experiencia con Conapred. Dejo al lector su opinión sobre este organismo y acerca de si debe o no seguir operando como hasta lo ha hecho hasta el momento. Dice el filósofo del metro, aquí sí de manera subjetiva: “Comisiones y Consejos sirven para hacernos pendejos”.
Tianguis
Algo histórico sucedió el fin de semana en Sonora: por primera vez en la historia el gobierno federal (y creo que hasta los estatales) llegó a la zona guarijía. Concretamente elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México, junto con personal de la Secretaría de Bienestar llevaron 9.6 toneladas de alimentos y productos sanitarios a la región sur de la entidad. Específicamente llegaron a una comunidad de 60 familias guarijías, a donde nunca había llegado atención gubernamental. De acuerdo con reportajes de Pie de Página y SinEmbargo tuvieron que recorrer 14 horas en mula o a pie para, desde Mesa Colorada a Bavícora, acceder y constatar que nunca había ido ahí un médico. “La escuela multigrado de Bavícora se convirtió en el consultorio donde dos médicos, un dentista y una enfermera atendieron a los habitantes de esa localidad y de otras aledañas; como El Sauz, Rancho Nuevo, Jobebi y Las Garzas”, señaló uno de los reportes… Lamentablemente, mientras los elementos de las secretarías de Marina y Bienestar realizaban ese hecho histórico, en otra parte de la entidad, en Caborca, se registró un fuerte enfrentamiento entre grupos armados. Un diario local señaló: “hubo balaceras, quema de una gasolinera, casas y vehículos; las autoridades confirmaron el hallazgo de doce cuerpos sin vida, 10 en el tramo carretero de Caborca-Sonoyta”… El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (ENAID) 2019. Entre los resultados se encuentra que se incrementó el porcentaje de la población que conoce o ha escuchado sobre la existencia de una institución que garantice el derecho de acceso a la información pública; pasó de 50.6 en 2015 a 54.8 por ciento en 2019. El tipo de información gubernamental que registró mayores incrementos porcentuales en cuanto a consultas fue el relacionado con seguridad pública y programas de apoyo social. La encuesta indica que 25.7 por ciento de la población de 18 años y más identifica a los portales de transparencia como medio para obtener información del gobierno… Otra información que dio a conocer el INEGI es el Indicador Trimestral del Ahorro Bruto (ITAB), al cierre del primer trimestre de 2020, en el que se muestra una reducción de 3.3 por ciento con respecto al trimestre previo. El ITAB se situó en cuatro billones 915 mil 814 millones de pesos corrientes, que significan 20.2 por ciento del Producto Interno Bruto. En el periodo el Indicador Trimestral del Ahorro Bruto de la Economía Interna participó con el 19.8 por ciento del PIB, registrando cuatro billones 816 mil 341 millones de pesos. Por su parte, la contribución del Resto del Mundo, que significa el financiamiento proveniente del exterior, fue de 0.4 por ciento del PIB, es decir, mil 473 millones de pesos en el trimestre en cuestión…. Siguiendo con temas económicos, TallentiaMX, que dirige Elías Micha, explicó hasta finales de 2019, antes de que el Covid-19 causara severos estragos, las Mipymes constituían el 99.8 por ciento de las unidades económicas y concentraban el 70 por ciento de los trabajos del país. La realidad actual es muy diferente y preocupante. Según datos de la reciente Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), de las12 millones de personas que dejaron de trabajar en el mes de abril, casi 11 millones desempeñaban sus labores en este sector. Ante ello, dice Tallentia se debe utilizar la subcontratación responsable y profesional como una herramienta que permita que todas estas Mipymes encuentren una vía para salir adelante… General Motors de México inició la producción de más de dos millones de respiradores N95, conocidos como mascarillas N95 en el Complejo de Manufactura ubicado en Toluca, Estado de México, para ayudar a combatir la pandemia causada por el COVID-19. Esta producción se suma a los nueve millones de mascarillas quirúrgicas Nivel 1 que fabrica desde abril. De los dos millones de mascarillas, 90 por ciento será donado principalmente a hospitales públicos. “Estamos entusiasmados de seguir contribuyendo con los héroes de la salud”, dijo Francisco Garza, presidente de GM en México.
filosofodelmetro@yahoo.com.mx
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