Por Bárbara Heredia
- Lapislázuli, amatista y venturina; cuarzos, arenas blancas de Cancún, piedras negras de Puebla, verdes de Oaxaca, rojas de Zacatecas y otras conforman parte de su material artístico
- Expone en Galerías Insurgentes sus obras con la técnica de minerales naturales y sus mixturas, finamente trabajadas en cribas
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de octubre 2018.- La artista plástica Lourdes Herrera presenta la exposición “Piedra de todos los años”, hasta el 15 de octubre en Galerías Insurgentes, donde presenta novedosas obras trabajadas en la técnica de minerales naturales y sus mixturas.
Mediante el uso de piedras, arenas y arcillas pasadas por cribas y el molino maicero se obtienen diferentes granos para aplicarlos y anclarlos a una superficie lisa, para dar vida a las formas e imágenes con notables coloridos y texturas, comentó la pintora en entrevista.
Explicó que el trabajo en minerales surgió al final de la década de los años 80, luego de su interés por aprender técnicas mixtas utilizadas en la pintura. Los ensayos con este material dieron lugar a diferentes maneras de aplicar, en un principio solamente arenas y tierras en su color original; posteriormente al uso de piedras que por su tamaño, pueden ser utilizadas como recurso pictórico.
El trabajo de coloración de los minerales mediante caolín, y más adelante el uso de hoja de oro, la aplicación directa de pigmentos insolubles sobre el sustrato y la combinación de diversas alternativas en un trabajo, ha dado como resultado una técnica mixta que puede recurrir tanto a minerales en presentaciones diversas, al color obtenido mediante calor y a elementos orgánicos como hojas y flores secas, así como a la aplicación de óleo sobre estos materiales.
En muchos momentos las imágenes y la composición pictórica de escenas cotidianas como bicicletas, tendederos, o la silueta de personas en las calles de Lisboa, se realizan con colores naturales que provienen de minerales como lapislázuli, amatista y venturina; cuarzos, arenas blancas de Cancún, negras de Puebla, verdes de Oaxaca, rojas de Zacatecas y otras.
Los jornaleros con su ropa blanca de manta y sus instrumentos de música luego de un día de trabajo, quienes fueran el mariachi original; las mesas de fiesta y de tequila; serenatas o catrinas con influencia de Klimt, se realizan con una combinación de minerales, hoja de oro y pigmentos que permiten que, mediante capas y saturaciones, pueda recrearse la calidez de la reunión y del festejo en el lienzo.
El carácter pétreo de la pintura de Oswaldo Guayasamín, enorme trabajador de la pintura, ha sido interpretado en minerales naturales y sin pigmentar, en un homenaje modesto que ha querido aprender de su representación la fuerza, la profundidad y la capacidad de expresión que manifiesta la obra este gran artista ecuatoriano, comentó Lourdes Herrera.
En la temática del trabajo no se presenta un estilo en particular sino la versatilidad misma con la que se nos presenta la vida y sus formas, sus escenas y su luz. Con la técnica, pretende mantenerse la textura y el brillo de materiales como la tierra a la que pertenecemos.
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