Por Víctor Sánchez Baños

CIUDAD DE MÉXICO, 21 de agosto.- Se caerán muchos negocios de intermediarios de medicinas al sector salud del gobierno federal y ahora en los Estados. Muchas fortunas de intermediarios que llegan a incrementar hasta en 1,000 por ciento (10 veces el valor en los catálogos al público en farmacias) a los gobiernos.

El abuso y fraude contra los ciudadanos lo realizan en forma muy simple. Primero, licitan medicinas a precios castigados, con los que los gobernadores se jactan de ahorros substanciales. A las pocas semanas empieza el retraso en el pago lo que obliga a las empresas a suspender la entrega de medicinas. Entonces, llega otra vez el héroe político y compra a precios exorbitantes las medicinas para evitar el desabasto. Todo es ficticio para incrementar sus gastos y tener jugosos “moches”.

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador propuso el modelo de compras consolidadas en licitaciones públicas. Jorge Alcocer, perfilado secretario de Salud, aseguró que la Organización Panamericana de la Salud revisará esos procesos para garantizar la transparencia.

Las licitaciones consolidadas siempre serán perfectibles en la medida en que existan mecanismos que permitan equidad en la competencia y trazabilidad en los recursos para cumplir con los pagos.

Por ello, llama la atención que hace unas semanas inició la Licitación Consolidada 2019 que organiza el IMSS para la adquisición de medicamentos e insumos para la salud. El monto es superior a los 50,000 millones de pesos y participan alrededor de 40 instituciones del sector salud, entre Secretarías de Salud y Organismos Públicos Descentralizados.

El IMSS asegura que el estudio no analiza los ahorros y las economías de escala. En el periodo de 2013 a 2018, las compras consolidadas generaron ahorros por más de 17 mil millones de pesos. De 2013 a 2016 farmacias surtieron 173 millones a un total de 200 millones de recetas.

El desabasto no radica en el modelo de adjudicación actual basado en la figura de “abastecimiento simultáneo”, siempre y cuando exista un margen del 3% entre las ofertas del primero y segundo lugar.

El fondo es el pago oportuno, la acumulación de deuda y la dificultar para recuperar los pasivos en los gobiernos estatales. Los proveedores están en total indefensión porque nada garantiza la liquidación de las deudas. Tan solo el ISSSTE adeuda 7,000 millones de pesos, de una cartera vencida opaca en varios estados.

Las compras consolidadas deben ser analizadas desde una perspectiva social que permita crear incentivos para impulsar a la industria farmacéutica nacional, tal y como lo busca el gobierno que encabeza el gobierno de López Obrador.