Eduardo Zelayaran, Director General en Grupo Human
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto, (AlmomentoMX).- Últimamente mucho se ha hablado sobre las buenas prácticas laborales, sus beneficios para los colaboradores y el crecimiento que las organizaciones obtienen. Pero lamentablemente la realidad es muy distinta pues mucho se dice pero poco se aplica,  ya sea por desconocimiento o bien por la  propia cultura organizacional.
Partamos desde lo básico ¿qué se entiende por buenas prácticas laborales? Aunque el término podría parecer un tanto general, podríamos decir que son aquellas acciones,  procesos y experiencias que se rigen bajo valores, normas e inclusive leyes propias de cada organización así como las establecidas en la Ley Federal del Trabajo, todo con la finalidad de mantener empleos decentes, con remuneraciones justas, en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a cada persona  de la organización o que preste sus servicios en ella. Por su parte la Organización Internacional del Trabajo define a las buenas prácticas laborales como  las experiencias de carácter colectivo que garantizan el bienestar de los colaboradores y el buen desarrollo  de la empresa a través relaciones internas sanas, condiciones adecuadas de trabajo, oportunidades de crecimiento así como la optimización de la productividad.
Por lo tanto el conjunto de buenas prácticas laborales estará determinado por las necesidades de los colaboradores de cada organización así como de su cultura o ADN (misión, visión, valores, objetivos) y es en este punto donde la teoría en muchas ocasiones no se aplica ya que también estas necesidades o cultura pueden significar un obstáculo para la implementación de un programa de buenas prácticas laborales.
Algunos ejemplos o de dicho de otra manera,  el mínimo de elementos necesarios que debe contener un programa de buenas prácticas laborales son:

Respeto a los principios y derechos fundamentales.
Cooperación y ayuda mutua entre colaboradores y empleadores.
Mediación de conflictos.
Buena comunicación, que se traduce en acuerdos e información oportuna.
Crecimiento económico..
Igualdad de oportunidades.
Inclusiónlaboral.
Equilibrio entre vida laboral y vida personal.
Prevención de conductas dañinas como acoso o bullying .
Formación integral
Transparencia en los procesos de la organización.
Seguridad laboral
Buen uso y aplicación de tecnologías

Un primer paso para poder implementar un programa de buenas prácticas laborales es conocer a la organización, por medio de un diagnóstico de clima y cultura organizacional o una evaluación del desempeño por ejemplo, lo importante es tener una radiografía de lo que sucede en la empresa y con base en esos comenzar a esbozar dicho programa. Es importante tener presente que después del análisis y al implementar el programa pueda existir la posibilidad de cambiar la cultura, políticas o procesos esto con la finalidad de que la ejecución no se contraponga, pues cultura y programa deben de estar alineados para que funcionen correctamente.
AM.MX/fm
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