CIUDAD DE MÉXICO, 5 de agosto.- Debido a un grafiti en donde se leía “¡Avelina Lésper me la pelas!”, surgió la idea de realizar un debate en el que se dio el intercambio y defensa de ideas con la crítica de arte, Avelina Lésper; pero el resultado no fue el esperado, ya que se realizó en medio de rechiflas que al término del mismo desembocó en un ataque frontal hacia ella.

En su oportunidad al micrófono, la crítica señaló que, en la actualidad, la rebeldía necesaria en el arte para criticar el status quo no es perseguida, puesto que vivimos en la época de la “asimilación inmediata”, en que incluso los insultos en redes sociales son permitidos bajo la libertad de expresión.

Dijo que en este nivel de “rebeldía asimilada” se encuentra el grafiti, que a pesar de su origen en los movimientos marginales en Estados Unidos, con el tiempo fue apropiado por las instituciones, buscadores de tendencias y la industria cultural “VIP”, respaldada por académicos y críticos de arte que promueven su mediocridad y falta de propuestas artísticas.

En este sentido, Lésper sentenció a la comunidad grafitera en el Museo de la Ciudad de México que “Si quieren el respaldo de la sociedad, demuestren su talento y gánense los muros”.

Sin embargo, no impero del todo la apertura al diálogo y el derecho a disentir por parte de la comunidad grafitera, pues al término del evento, hubo agresiones contra Lésper. Ante ello, autoridades del Museo de la Ciudad de México se pronunciaron como un espacio a favor del intercambio de ideas, y en contra todo tipo de violencia, rechazando así, categóricamente lo sucedido.

En el comunicado se lee brevemente la agresión a la critica, quien “Una vez afuera, una persona no identificada agredió a Lésperarrojándole un pastel a la cara; en ese momento ella corrió y atravesó la calle Pino Suárez junto con una persona que la acompañaba desde su arribo al recinto, y Roberto Solís, encargado de eventos en el MCM, hasta llegar al estacionamiento ubicado en la plaza Primo Verdad, donde el público continuaba tomándole fotos, y finalmente logró abordar su vehículo para retirarse.”

Después, la crítica de arte en entrevista concluyó que no se puede hablar del grafiti si no se va a elogiar a los grafiteros y que no se puede hablar de arte cuando está involucrada la violencia como la que ella sufrió.

AM-MX/mla