CIUDAD DE MÉXICO,— Un estudio sobre la Sabana Santa de Turín, uno de los objetos relacionados con la crucifixión de Jesús de Nazareth más importantes para los cristianos, apunta a que ciertas manchas de sangre no son compatibles con la posición de un cuerpo ni en la cruz ni en un sepulcro.
Ante todo esto, ¿qué es el también llamado Manto de Turín? Se trata de la sábana en la que envolvieron a Jesús después de que lo bajaron de la cruz. En donde las marcas registradas en el manto muestran la figura de un hombre con todas las señales de la crucifixión, por lo que los creyentes –aunque la iglesia nunca lo ha considerado oficial, pero tampoco lo ha desacreditado– consideran que se trata de Cristo.
La ciencia comenzó a estudiar la Sábana Santa desde los años 70. Ahora, el forense Matteo Borrini y el experto en química orgánica Luigi Garlaschelli analizaron la manera en la que la sangre brotaría de las heridas de cadáver envuelto en tela. Para ello, utilizaron un maniquí y sangre real donada para la investigación –así como sangre sintética con las mismas propiedades–.
Tomando en cuenta que el cadáver estaba boca arriba y completamente envuelto en la sabana, los flujos de sangre que emanaron de Cristo (ya muerto) y mancharon la tela, no concuerdan. Por ejemplo, la sangre que supuestamente saldría de las manos de Jesús no coincide con el ángulo de los brazos que aparecen marcados en la tela.
Con la herida del costado (creada por la lanza que cruzó a Jesús) pasa algo similar. La forma en la que está dispuesta la sangre sobre el Manto de Turín representa la posición de una persona que fue puesta de manera vertical, pero no de forma horizontal y boca arriba.
Mientras que el patrón que aparece en la cintura no concuerda con nada. Es decir es imposible que esa parte de la tela se manchara debido al lugar donde se encontraban las heridas.
La Sábana Santa se empezó a estudiar formalmente en 1973 y en ese momento los investigadores dijeron que probablemente se trataba de una falsificación y que su creación databa de la Edad Media. En 1978 la conclusión fue similar. Para este nuevo estudio, la conclusión de los investigadores es que se trata de una manta fabricada en el siglo XV con fines didácticos o artísticos, pero según ellos no son las marcas de la sangre de Cristo.
VCR