El negocio de las criptomonedas entre fervores y críticas ha generado una nueva generación de millonarios que disfrutan de su estatus social. Muchos de ellos, nuevos ricos que han comenzado a divertirse de la misma forma que hacen los directores generales de grandes empresas o empresarios de éxito: en fiestas salvajes entre mujeres semidesnudas y sustancias, cuenta el diario Business Insider.
La última fiesta sucedió en Manhattan tras la cuarta cumbre anual de tecnología blockchain Consensus, que organiza la compañía CoinDesk. Un evento realizado del 14 al 16 de mayo de 2018 en el New York Hilton Midtown que contó con la participación de 250 oradores y más de 4,000 asistentes “de las principales empresas emergentes de la industria, inversores, instituciones financieras, líderes tecnológicos empresariales y grupos académicos y de políticas que están construyendo las bases de la economía de divisas blockchain y digital”.
Después de un evento realizado en el Cornucopia Majesty Yacht, un crucero amarrado en la costa de Nueva York y preparado para acomodar “hasta 1,200 invitados amantes de la fiesta en alta mar”, parte de los asistentes al Consensus 2018, cuenta el mismo medio, entraron al mítico local de espectáculos y variedades de The Box. Un espacio que su propietario, Simon Hammerstein, describe como un lugar de “misterio y apertura sexual”. Fue en este erótico entorno donde los nuevos criptoricos disfrutaron de una noche de frenesí y sustancias prohibidas.
El medio estadounidense relata que los asistentes al congreso de criptomonedas disfrutaron de una noche con espectáculos burlesque con mujeres en cueros, alcohol y sustancias ilegales como el MDMA. Sin embargo, la sensación más común de la noche era el orgullo y la sorpresa de muchos de los invitados que se hicieron ricos con esa cosa llamada criptomoneda por la que inicialmente nadie apostaba.