Ciudad de México, 22 mayo 2018.- Datos del International Business Report (IBR) de Grant Thornton demuestran que el optimismo empresarial en la Unión Europea ronda el 60% en el primer trimestre del año, la cifra más alta en ese continente en más de una década. La preocupación de las empresas europeas respecto al aumento del populismo, el resurgimiento de los partidos políticos nacionalistas o el Brexit, que comenzará en marzo del próximo año, no han afectado el sentimiento de optimismo que impera en esa región.

“El indicador nos muestra que las empresas europeas están unidas, son fuertes y resilientes ante el crecimiento del nacionalismo en la política europea y la transformación política y legal que vendrá con el Brexit en los próximos años” opina Mauricio Brizuela, socio director de Salles Sainz Grant Thornton.

La situación sirve de ejemplo para México, que vive una coyuntura que combina una complicada renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el proceso electoral más complejo de su historia reciente.

“Las empresas europeas tienen confianza en que pueden hacer frente a los cambios políticos regionales. Ninguna de ellas quiere verse perdiendo cuota de mercado porque subestimó el impacto del Brexit o un cambio en la política del gobierno. Esto también aplica para nuestro país”, señala Brizuela.

Y explica: “Europa muestra que es resistente ante la evolución del paisaje político. Al igual que las empresas europeas, las mexicanas necesitarán flexibilidad en sus planes de negocio para adaptarse a una variedad de escenarios cambiantes en los próximos años”.

El IBR de Grant Thornton muestra que el 57% de las empresas de la Unión Europea espera que los ingresos aumenten en los próximos 12 meses. También planean impulsar la inversión en nuevos edificios, planta y maquinaria e investigación y desarrollo.

“Las preocupaciones sobre el aumento del populismo y los partidos políticos nacionalistas no han mellado el sentimiento general. Esta perspectiva viene con un telón de fondo siempre cambiante de poderosas fuerzas políticas, pero las empresas mantienen estos factores en perspectiva. Esto es algo que las empresas mexicanas pueden aprovechar como un ejemplo a seguir”, concluye.