CIUDAD DE MÉXICO, 6 de marzo.- Científicos mexicanos confirmaron que la Rosa de Castilla, una planta que crece en la inmensidad del semidesierto de Coahuila, posee propiedades anticancerígenas y antioxidantes, informó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Juan Alberto Ascacio Valdés y José Carlos De León, de la UadecPara investigar las propiedades de la planta, los especialistas de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) extrajeron sus compuestos bioactivos de esta flor, utilizada en la medicina tradicional y con múltiples aplicaciones potenciales, comprobando así su potencial antioxidante y antiproliferativo en células de cáncer cervicouterino.
Los resultados de la investigación, encabezada por el farmacobiólogo José Carlos de León, confirmaron que la rosa de Castilla (Purshia plicata) tiene alto contenido de compuestos polifenólicos y la presencia de otros compuestos de interés para el sector industrial farmacéutico y alimentario.
Los científicos coahuilenses no sólo buscan conocer las propiedades de la rosa de Castilla, también el de otras plantas como el hojasén, gobernadora, sangre de drago, cáscara de nuez, cáscara de granada, entre otras.
“Lo que se hizo primero fue realizar unas pruebas previas para conocer la planta, ya que ha sido poco estudiada”, relató De León para la agencia informativa del Conacyt.
Esto era necesario para comprobar si la planta era un material adecuado para realizar la fermentación y la posterior extracción. Una vez comprobado, se realizaron diversas fermentaciones para conocer las mejores condiciones de extracción y el tiempo de máxima acumulación de los compuestos.
Durante el experimento se empleó el hongo filamentoso Aspergillus niger GH1, un microorganismo que se utilizó en el proceso de extracción asistido por fermentación en estado sólido.
“La fermentación en estado sólido se considera así porque tiene una humedad relativamente baja, o una humedad mínima, que necesita el microorganismo para poder crecer, a diferencia de la convencional donde el agua es abundante”, explicó el especialista.
Los científicos utilizan la propia planta como soporte y sustrato para que el microorganismo pueda crecer y ayude a extraer los compuestos que buscan.
Además del bioproceso de fermentación en medio sólido, que es el principal en este proyecto, los especialistas utilizan otras técnicas como ultrasonido, microondas y una tecnología híbrida que mezcla las dos anteriores y que permite aumentar el rendimiento.
“Se observó que fue una fuente adecuada para la extracción de estos compuestos que presentaron una buena actividad antioxidante y, a la vez, se demostró que estos compuestos, cuando se aplicaron a la línea celular cancerígena, evitaron su proliferación”, concluyó De León.