CIUDAD DE MÉXICO, 6 de febrero 2018.- Penguin Random House Grupo Editorial lanza al mercado la más reciente obra de Daniela Spenser, “En combate: La vida de Lombardo Toledano”.
Con una vida apasionante, Lombardo Toledano fundó trascendentales instituciones como la CTM y la Confederación de Trabajadores de América Latina, que construyó como organizaciones sindicales así como mecanismos de negociación, cuando sus normas le estorbaban
Nacido en Teziutlán, Puebla, en 1894 y fallecido en la Ciudad de México en noviembre de 1968, a poco más de un mes de la trágica noche del 2 de octubre, Vicente Lombardo Toledano estudió derecho y filosofía, dos carreras que nutrieron su vocación docente y política. A esto se sumó la influencia de Antonio Caso, quien le imbuyó la idea de que el Manifiesto comunista de Marx y Engels era “el documento filosófico más importante del siglo XIX”.
Fundador de numerosos sindicatos en México y en América Latina, Lombardo Toledano no sólo fue un organizador sino un negociador que destrababa conflictos imposibles. Fue un creyente en el orden, decidido a mantener la estabilidad del país y de la región a toda costa.
Un operador del gobierno mexicano y, cuando lo creía oportuno, de las naciones vecinas y de la Unión Soviética. Un hombre identificado como comunista que, sin embargo, jamás perteneció a ese partido, y que fue vinculado con el PRI, del que no era miembro sino comparsa.
Con una vida apasionante, siendo perteneciente a una élite intelectual que él creía destinada a iluminar a la clase trabajadora, Vicente Lombardo Toledano se asumió a sí mismo como un reflejo de las exigencias que las masas obreras y campesinas le hacían al gobierno de la época, por lo que se dedicó por igual a la fundación de sindicatos (Confederación de Trabajadores Mexicanos), partidos políticos (Partido Popular, más tarde Partido Popular Socialista) y periódicos (El Popular), herramientas que le permitieron divulgar y reforzar las ideas socialistas en México.
Con ímpetu rebelde y fervor ideológico, se convirtió en actor imprescindible de las transformaciones sociales que sacudieron México luego de la Revolución: logró la intervención de los trabajadores en la construcción y la consolidación del Estado, configuró la izquierda política e ideológica en México, conectó a México con el mundo durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Aunque hoy casi ha sido olvidado salvo por las muchas calles que llevan su nombre y la Universidad Obrera que resguarda su legado, comprender su pensamiento y su obra sigue siendo de una importancia capital para interpretar el clima de agitación que se vivió en México durante la primera mitad del siglo XX, y las consecuencias que éste trajo para el presente.
En esta biografía rigurosa y fluida, Daniela Spenser relata la vida de Lombardo Toledano, un hombre que refleja la complejidad del México posrevolucionario, tanto la esperanza que despertó como los proyectos fallidos que dejó.
La investigación para este libro fue financiada por la Fundación Guggenheim.
ASÍ COMIENZA “EN COMBATE”:
FRAGMENTO:
“Al dar por terminada la fundación de la confederación de trabajadores de México el 24 de febrero de 1936, Lombardo Toledano juramentó: “Camaradas: permítanme que no siga hablando; no tendría ya nada que decir; de mi corazón brotan muchas cosas todavía, pero quiero encerrarlas en una sola: hemos de ser soldados hasta el fin; si damos media vuelta, ¡mátennos!” En un tono menos dramático, unos días antes, había colocado la primera piedra para levantar la Universidad Obrera como la otra columna sobre la que descansaría la “unidad definitiva del movimiento obrero” para cimentar la nación y edificar un mundo nuevo.
Los preparativos
Desde antes de que viajara a la Unión Soviética, en el verano de 1935, Lombardo Toledano tenía contemplada la fundación de una gran organización obrera y campesina de carácter nacional para intervenir en la política del país. A su regreso, con los medios a su alcance, puso todo el empeño para lograrlo. La CGOCM que capitaneaba era una palanca potente, pero no controlaba a la Federación de Trabajadores del Distrito Federal que dirigían los “cinco lobitos”. Su fuerza numérica pudo haber sido tan dispar como de unos 200 o 20 000 miembros, dependiendo de si la estadística provenía de la organización o del Departamento del Trabajo. Las organizaciones de ferrocarrileros, petroleros, mineros, electricistas —organizaciones nacionales pero fragmentadas en secciones regionales—, telefonistas, transportistas, que habían participado en las huelgas de 1934 y 1935, constituían una aglomeración obrera mayoritaria que Lombardo tenía la pretensión de aglutinar bajo el mismo techo. A nivel local, como en Atlixco y en Orizaba, los lombardistas y los moronistas competían por la fidelidad de los trabajadores de la industria textil y para disuadirlos o atraerlos a la nueva federación. En Puebla, Lombardo era conocido por sus atributos personales que contrastaban con los del corrupto Morones, pero en contra pesaba su radicalismo que les había costado empleos y hasta la vida a los trabajadores en luchas internas y enfrentamientos en contra del gobierno del estado y de los patrones.
La nueva organización debía tener la potencia para que el gobierno la reconociera como un interlocutor indispensable en el diseño de las políticas del Estado. Lombardo desconfiaba de la espontaneidad de las masas y de su capacidad de entender la estrategia del dirigente. Para preparar el terreno, sensibilizar a la población y a las autoridades sobre el magno acontecimiento, y de paso neutralizar a sus adversarios, envió comisionados a los cuatro puntos cardinales del país. No se les instruyó ni capacitó para hacer labor de organización con los trabajadores…”
Daniela Spenser es investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social en la Ciudad de México desde 1980. Es doctora en historia por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y maestra en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Originaria de Praga, Checoslovaquia, estudió letras latinoamericanas y antropología en King’s College, Universidad de Londres y London School of Economics and Political Science respectivamente, antes de emigrar a México en 1972. Los primeros años en México vivió en Chiapas y escribió varios libros y artículos sobre la historia regional. Después se interesó por la historia del comunismo mexicano y latinoamericano y por la Guerra Fría: escribió El triángulo imposible: México, la Unión Soviética y Estados Unidos en los años veinte (1998, 2004) y editó Espejos de la guerra fría: México, América Central y el Caribe (2004).
AM.MX/fm