CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero 201 8.- Con el afán de acercar a un mayor número de visitantes que deseen ir más allá que un simple recorrido, el Museo Nacional de Antropología materializó una innovadora propuesta que acerca a los visitantes de una forma interactiva, mediante la aplicación Watson que platica con el espectador acerca de las piezas arqueológicas en la exposición Voces del Tiempo.
Gracias a un esfuerzo conjunto entre el Patronato del MNA, autoridades del gobierno federal e IBM México, y a la implementación de un avance tecnológico basado en inteligencia artificial (IA) de última generación, hoy en día es posible “platicar” con el pasado.
Se trata de la exposición temporal — de noviembre 2017 a abril 2018— denominada Voces de otro tiempo, en cuyo recorrido los visitantes del museo hacen uso de una aplicación desarrollada por IBM exclusivamente para el recinto que permite interactuar (hablar) con un conjunto de 11 piezas de las salas Maya y Mexica.
Jorge Alberto Paz Flores arquitecto de soluciones en IBM México, explicó para la Agencia Informativa Conacyt (AIC) cómo nace y cómo es que funciona Watson, un conjunto de soluciones de inteligencia artificial que hacen posible Voces de otro tiempo.
Para Paz Flores Watson es un proyecto de IBM global que se propone el desarrollo de tecnología cognitiva o inteligencia aumentada, es decir, una herramienta que no solo sea capaz de interactuar con un ser humano sino superar su capacidad de aprendizaje. “Estamos hablando del desarrollo de una asociación humano-máquina que arrancó hace muchos años; fue en 2011 cuando IBM Worldwide dio a conocer Watson al mundo, aunque su desarrollo comenzó muchos años antes”, dijo.
Gracias al trabajo del área de investigación de la compañía en torno al tema de inteligencia artificial, se concretó una serie de algoritmos agrupados en una herramienta capaz de interactuar con seres humanos y aprender de la misma forma que lo hacen ellos. Incluso, durante su lanzamiento ganó un concurso internacional de conocimiento (Jeopardy), donde derrotó sin intervención humana —ni conexión a Internet— a los dos mejores participantes en la historia de ese concurso.
Luego de ello, la herramienta se ha ido perfeccionando y adaptando a diferentes aplicaciones, por ejemplo, en el campo de la medicina se ha utilizado en el área oncológica como auxiliar de los médicos, a quienes les ayuda a descubrir patrones que difícilmente un médico podría identificar, ello gracias a su capacidad para leer millones de diarios médicos, millones de expedientes clínicos de pacientes para después conjuntarlos y emitir recomendaciones de tratamiento.
Con motivo de su 90 aniversario en México y gracias a un acuerdo de vinculación con el patronato del MNA, IBM decidió donar su tecnología a través del proyecto Voces de otro Tiempo, mismo que se gestó durante cinco meses y que implicó el desarrollo de una nueva app, además del préstamo de 50 smartphones para que las personas que acudan al museo puedan “platicar” con las piezas seleccionadas para el proyecto.
El mayor reto implicó enseñar a Watson acerca de la historia de las piezas para que pudiera dar respuesta a las dudas de los visitantes sobre la exhibición. “Nosotros tenemos la capacidad de habilitar a Watson para convertirlo en experto en cualquier tema; asimismo, la tecnología es capaz de observar su entorno como si fuera un ser humano y aprender de él y sus interacciones con las personas”.
Para Voces de otro tiempo, tras el trabajo conjunto con curadores y guías del museo, Watson aprendió sobre aspectos de la cultura mexicana, de los mexicas y los mayas, y de piezas muy particulares, y para lograrlo fue alimentado por más de 22 mil preguntas.
Gracias a que se trata de inteligencia artificial, Watson es capaz de identificar, entre otros aspectos, la intencionalidad de la pregunta para dar la respuesta más precisa. Es importante mencionar que la herramienta cuenta con un porcentaje de asertividad de 85 por ciento; no obstante, cuando desconoce un tema, explica que no cuenta con la capacidad de responder lo que se le está preguntando, almacena la información y posteriormente se le enseña la respuesta, es decir, está aprendiendo constantemente.
A su arribo al MNA, los visitantes que quieran experimentar la oportunidad de “charlar” con las piezas previamente seleccionadas, reciben un teléfono inteligente al que se le cargó la aplicación desarrollada por IBM —el dispositivo cuenta con un bloque de seguridad para que no pueda ser utilizado para otra actividad—, la cual hace uso del llamado internet de las cosas para comunicarse con las piezas.
Es decir, al recorrer el museo y acercarse a alguna de las piezas que forman parte del proyecto, automáticamente se despliega en la pantalla la imagen y el nombre de la pieza que está frente al visitante, a partir de ese momento, basta con hacer un clic sobre la pantalla para que la aplicación se active para escuchar la pregunta del usuario, una vez que este formula la interrogante en torno a lo que desea saber sobre la pieza, Watson responde la duda. La cantidad de preguntas que se le pueden hacer en torno a una pieza es tan amplia y grande como lo sea la creatividad y curiosidad del usuario en turno.
Una vez agotadas las inquietudes, el visitante puede continuar su recorrido y al acercarse a la siguiente pieza incluida dentro de Voces de otro tiempo, Watson repite el proceso y automáticamente despliega como información inicial la imagen y el nombre de la obra para que, posteriormente, el público dé rienda suelta a sus inquietudes sobre lo que tiene frente a sus ojos.
AGENCIA CONACYT